Las orientaciones personales son espacios individuales diseñados para dos grupos de adultos que hoy buscan comprensión y guía desde la experiencia y el criterio profesional:
Personas que vivieron abuso sexual en la infancia y desean entender el efecto que esa experiencia puede seguir teniendo en su presente, con el propósito de darle perspectiva y enfoque a lo que hoy quieren mirar distinto.
Más que explicar el pasado, la orientación permite reconocer tu trayectoria, entender qué partes de esa historia siguen presentes y reconciliarse con lo que su historia tuvo que dejar atrás.
Padres, madres, docentes, familiares o cuidadores que hoy acompañan a un niño o adolescente en situación de vulnerabilidad o sospecha de abuso, y buscan orientación profesional para entender lo que está ocurriendo, ubicar su rol con claridad y relacionarse desde la presencia y el respeto, sin invadir ni perderse en el miedo.
Cada orientación se desarrolla desde la psicología narrativa, jurídica y forense, integrando lo humano y lo técnico para ofrecer una comprensión profunda de lo vivido o de lo que está ocurriendo, con un enfoque ético, claro y respetuoso.
Las orientaciones se realizan de manera individual y virtual, con una duración aproximada de 60 a 75 minutos.
Cada encuentro ofrece un espacio confidencial y profesional para comprender, integrar o estar presente con criterio y humanidad.